25 enero 2021

RUTA POR LOS LAGARES XVII. Montes de Málaga: Atabal - Lagar de Lo Pro de Abajo.

Lagar de Zaragoza

Lagar de Lo Pro de Abajo

 
Panorámica desde el Lagar de Zaragoza








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Introducción:

 

Los Montes de Málaga son una cadena montañosa situada a unos cinco kilómetros al norte de la ciudad de Málaga, responden a un macizo de relieve muy accidentado, donde apenas existen valles o planicies, surcado por infinidad de vaguadas, arroyos, torrentes, veredas empinadas y pasos imposibles. Discurre paralela a la costa mediterránea, extendiéndose a partir de 80 m s. n. m.. hasta el pico de la Cresta de la Reina que tiene una altitud de 1032 metros. Además del Mediterráneo, por el sur colinda con la Hoya de Málaga. Al oeste bordea el Valle del Guadalhorce y por el este, la Axarquía. En el norte, el Corredor de Periana los separa de la Cordillera Antequerana. En medio de los Montes de Málaga fluye el río Guadalmedina. Existen cinco cuencas bien definidas de arroyos afluentes del Guadalmedina: el arroyo de las Vacas, el arroyo Chaperas, el Humaina, el Hondo y el de Los Frailes. Estos se encuentran secos la mayor parte del año, pero en algunas ocasiones se solía desbordar.

 

Las peculiares características geológicas (rocas impermeables), climáticas (lluvia torrencial) y una intensa explotación humana (vides) fueron causa histórica de las periódicas y virulentas inundaciones de Málaga capital. En el primer tercio del siglo XX se tomó la definitiva determinación de poner solución a este problema mediante una seria de iniciativas, como la construcción del embalse de regulación de El Agujero, la canalización del río a su paso por Málaga o la reforestación masiva del espacio mediante coníferas después que la filoxera hubiera acabado con la masiva plantación de vides (1878). Toda esta zona estaba plagada de lagares, lagarillos y viñedos. Por allí cruzaba una vereda, usada ya por los árabes, hasta que se construyó un camino que luego fue carretera.

 

Para evitar inundaciones en la ciudad de Málaga, en la vertiente oriental de la cuenca del río Guadalmedina, el 13 de septiembre de 1930 comienza los trabajos de repoblación que finalizan en la década de 1950. Estos trabajos consistieron principalmente en la siembra de Pinus halepensis y años más tardes dan lugar un espléndido pinar, pulmón de la ciudad de Málaga y en julio de 1989 fue declarado Parque Natural Montes de Málaga por Ley del Parlamento Andaluz, con una superficie próxima a las 5.000 hectáreas.

 

Las especies utilizadas en dichas repoblaciones además del pino carrasco, especie que se adapta perfectamente a los suelos pobres y muy erosionados, fueron el pino piñonero y el pino resinero. Esta Además de las especies citadas encontramos otras como castaños, nogales, chopos, fresnos, madroños, mirtos, algarrobos, diversas especies de jaras, brezos, labiadas, palmitos, retamas, tomillos, romeros, aulagas, esparragueras, etc. y bajo el pinar, se pueden desarrollar especies como coscoja, torvisco, enebro y brezo blanco y en las zonas más frescas y con mayor abundancia de agua crece el quejigo andaluz.

 

Otro de los atractivos que no podemos dejar de pasar cuando subimos al Parque natural son los restaurantes de los que no podemos esperar florituras, técnicas innovadoras ni grandes presentaciones. A cambio, eso sí, ofrecen propuestas muy queridas por los miles de personas que cada fin de semana o festivo buscan sabor tradicional, cocina casera y platos rotundos sin prisas a cambio de unos cuantos euros. En los 15 kilómetros que unen la ciudad de Málaga con el Puerto del León hay una decena de estos negocios: hay para elegir.

 

Pero no podemos olvidar que los Montes de Málaga no solo son los que están dentro del Parque Natural, sino que bajo ese nombre se encuentran también toda la parte oriental del Rio Gudalmedina, que, si bien no cuenta con la protección que le da el Parque Natural, si podemos ver restos de lagares, minas de yeso, de agua, incluso un acueducto del siglo XVI, con lo que pasear por estos lares es pasear por la historia del pasado malagueño.

 

 

RUTA POR LOS LAGARES XVII. Montes de Málaga: Atabal -  Lagar de Lo Pro de Abajo.

        Hoy vamos a realizar una ruta en la parte más occidental de los Montes de Málaga y aunque esta fuera del Parque Natural esto no le resta belleza y encanto, durante el trayecto podemos observar varias ruinas de casas y lagares que en otra época dio a Málaga gran riqueza y una economía muy fructífera.

 

        La ruta la vamos a iniciar en la Urbanización El Atabal, este barrio surgió a principios de los años 1960, con el asentamiento de una colonia de ciudadanos neerlandeses procedentes de Indonesia que tras la pérdida de las colonias se había visto obligados a retornar a Europa, pero que no se adaptaban bien al clima holandés. Estos nuevos colonos compraron 53 ha de la Finca de El Atabal y constituyeron una fundación en La Haya para promover la urbanización, a cuyas calles se dieron nombres de antiguas colonias neerlandesas e islas indonesias. Para el año 1968 vivían permanentemente unas 50 familias. En la actualidad muchos de los malagueños de origen holandés y rasgos asiáticos provienen de esta colonia, llegó a contar con su propio periódico en holandés, el Atabal-Koerier, así como club social, biblioteca y servicio de microbús: "El Atabal Express".

 

        Para comenzar la ruta nos dirigimos hacia la Avenida de Lope de Vega (carretera del Puerto de la Torre) dejaremos el coche en los aparcamientos del supermercado Dia, junto al Burger King (36.73114861282814, -4.468102082384384).

 

        Comenzamos a caminar dirigiéndonos hacia el este hasta llegar a la calle Julio Verne, cuando llegamos tomamos por la izquierda y seguimos subiendo hasta llegar a la puerta del colegio Los Olivos, giramos a la derecha y continuamos bordeando el colegio, cuando este termina, dejamos la calle asfaltada y tomamos por el carril de la derecha, avanzamos unos cientos de metros y llegamos a un cruce, nosotros tomaremos por el carril central, el camino nos va acercando a la primera de las ruinas que vamos a visitar, la localizamos enfrente en una pequeña colina.

 

        Llegamos a las inmediaciones del Lagar de Zaragoza a nuestra izquierda podemos ver restos de árboles frutales, un pozo y una alberca y algunos ejemplares de algarrobos de gran porte y a la derecha el carril que nos sube a las ruinas, desde aquí tenemos unas bonitas vistas.

 

        Volvemos al camino y continuamos dirección norte, vemos otros magníficos ejemplares de algarrobos y seguimos por la vereda en medio de algunos olivos, llegamos a otro cruce y seguimos de frente, subimos un poquito y llegamos a una carretera, tomamos por la derecha y cruzamos la autovía, el camino gira a la derecha, pasamos por el Lagar de Lo Pro de Abajo.

    “El Lagar Pro de Abajo, hoy en ruinas, fue antaño un imponente edificio que estuvo rodeado de feraces huertos que se beneficiaban de una completísima infraestructura hidráulica; hoy día poco queda de esos tiempos de esplendor pues la falta de mantenimiento provocada por el abandono ha dejado su huella en forma de techos y paredes hundidos. A pesar de ello aún se conservan algunos elementos relacionados con el agua. En el Lagar de  Lo Pro de Abajo, junto al nacimiento del Arroyo Teatinos, término de Málaga. Se aprecia una pilastra y algunas bandas en grisalla en el piso de arriba y en muy mal estado de conservación. Aunque este lagar aparece documentado como propiedad de Juan Protzen y Diego Lambrecht en el año 1739, debió de sufrir una reforma en la segunda mitad del siglo, época a la cual corresponde este estilo pictórico.”

    Dejamos atrás el lagar y bajamos al cauce del Arroyo Tatinos, aquí encontramos una mina de agua.

Mina del LAGAR PRO DE ABAJO

La mina principal, que se encuentra en la orilla derecha de un arroyo que bordea el Lagar por el Este; la parte externa es una galería descendente de apenas un par de metros de longitud, 0,90 de anchura y 1,50 de altura. Finaliza en un pequeño espacio circular con techo cupuliforme que en su día fue el depósito donde se acumulaban los caudales que fluían por la galería que se vislumbra en la pared de enfrente.

A unos 20 m. de la mina, en el cauce del arroyo, hay una alcubilla casi enterrada por los materiales arrastrados por la corriente. Sólo sobresale del suelo la cúpula realizada con ladrillos pero, por un agujero, podemos ver el interior y comprobar que se asienta sobre un edificio cuadrado que disponía de una puerta. Seguramente estaba conectada con la mina.

Algo más abajo hay una segunda mina, excavada bajo un muro de contención; es más grande que la descrita anteriormente pero parece inacabada porque finaliza ante una pared de roca; sin embargo, al otro lado del muro hay una antigua galería llena de agua cuyo acceso está tapado con una losa de hormigón. Quizás esta mina trataba de conectar con la galería.

        Subimos hacia el carril de los Alcabuceros y tomamos a la derecha, pasamos junto a unos almecinos y llegamos a un conjunto de parcelas, pasado estas cruzamos nuevamente la autovía, pasamos junto a la era y la entrada de la Finca Cabello y tras cruzar el pequeño olivar, dejamos a la izquierda el Cerro Bonato desde lo alto tenemos unas buenas vista, iniciamos la bajada  hacia la Fuente de Cabello, las veredas nos conduce irremediablemente hacia el Arroyo Teatinos, una vez en él no podemos dejar de ver el acueducto del siglo XVI que tenemos a la derecha.

 

        Dejamos el arroyo y subimos hacia las viviendas y tomamos por la derecha hacia calle Bruno Walter, siguiendo esta llegamos a calle Julio Verne y de aquí al coche.

 

En total algo más de 6 kilómetros.

 

 


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