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Ruta
por los Batanes o Molinos de papel y las norias del río Guadalmedina.
Hoy
teníamos dos circunstancias que hacían que tuviéramos que hacer una ruta corta
de recorrido y de tiempo, Juan de Dios tenía asuntos que resolver al medio día,
y yo tengo en mal estado mi rodilla derecha, para la que ya tengo fecha y hora
para pasar por el “taller” para arreglarla.
Nos acompaña un nuevo caminante, Antonio GM,
compañero de trabajo, con el que esperamos compartir más caminatas.
La ruta de hoy la vamos a realizar por el Río
Guadalmedina que junto con el Monte Gibralfaro y el Mar Mediterráneo son
los tres elementos que propiciaron la fundación, en este enclave, de la ciudad
fenicia de Malaka aprovechando la falta de caudal subiremos por su cauce para visitar
dos batanes o molinos, el de Inca y Horadado y también varias norias.
Los
Molinos del Inca y Horadado están datados en el siglo XVII y por tanto son
anteriores a la construcción del Acueducto
de San Telmo, que tiene su captación cerca de estos
molinos, en origen funcionaron como
batanes destinados a la producción de papel de estraza, fundamental para el
embalaje de las uvas pasas que se exportaba desde Málaga a toda Europa, estos
molinos nunca llegarían a producir papel blanco (el más caro y costoso) debido a
la mala calidad del agua de río Guadalmedina, cuyos sedimentos enturbiaban el
agua y coloreaba los trapos con los que se fabricaba el papel.
Las norias son unos de los elementos rurales
menos valorados y que más pasan desapercibidos a pesar de que abundan en los
distintos arroyos y torrenteras de la provincia malagueña. Las que hoy vamos a
ver son las norias de sangre o tiradas por fuerza animal, en concreto, las de
tipo “rosario”. Este sistema se extendió durante la Edad Media y permitía
extraer agua de manera fácil, barata y segura, de ahí su popularidad. El nombre
de rosario proviene del sistema de extracción, consistente en unas sogas
equipadas con cangilones o arcaduces (un cazo de cerámica) y su parecido a los
rosarios de rezo. Los ejemplos que van quedando pueden ubicarse perfectamente
en los siglos XVII y XVIII, pero al ser tan difíciles de datar a simple vista,
muchas de ellas se pueden remontar a tiempos más antiguos. El agua sacada de
estas norias se podía emplear en dar riego a huertas y jardines, poner en
funcionamiento un molino hidráulico o simplemente dar de beber a las bestias.
La
vegetación principalmente son las de cultivos de secano y la propia de la
ribera de los ríos, pero si quieres más información de la vegetación que vimos
entra en el enlace:
Para
iniciar la ruta nos dirigimos al área de descanso de la A-45 autovía de las Pedrizas,
situada junto al Pantano del Agujero, salimos de Málaga y una vez pasada la
Gasolinera La Tana tenemos la salida 140, salimos por ella y seguimos tomando
por la primera de la derecha, aunque hay una señal de sin salida, a unos 200
metros tenemos un carril de subida al área de descanso donde dejaremos el
coche.
Tras
cargar las mochilas y coger los bastones, que hoy para mí son más unas muletas,
retornamos por donde hemos llegado y seguimos por la derecha, justo en la curva
saltamos el quitamiedos y bajamos por la vereda que se encuentra algo perdida,
por aquí podemos llegar al cauce del Río Guadalmedina, pero queremos visitar
unas ruinas, así que a media bajada giramos a la derecha (intersección 4) y
pasamos junto a los restos de la alberca y Casa de la Huerta de Los Ricos que
pertenecían al Lagar de Los Ricos que se encuentra por encima de la autovía.
Continuamos bordeando el llano de la huerta hoy en día está lleno de eucaliptos;
las bancadas que en otro día estarían llenas de cultivos, hoy están totalmente abandonadas.
Llegamos
a las proximidades del río y descendemos
al cauce, justo en la orilla de enfrente vemos un pozo de agua, en estas fechas
el río no lleva agua, así que caminamos por él con mucha facilidad. Cuando
llegamos a la altura del Arroyo de Los Pintaos nos encontramos la primera de
las construcciones, al principio dudamos de que se trataba, teníamos
conocimiento de una gran noria, pero no de estas estructuras, pensamos que podía
ser un antiguo molino pero tras un reconocimiento, descubrimos que se trata de
una antigua noria, de menor tamaño de la que más adelante vamos a visitar.
Seguimos
por el río, tras el siguiente recodo a nuestra izquierda, encontramos restos de
otra construcción y nos acercamos a ella, se trata de los restos del Batán o
Molino Horadado del que solo queda restos de la torre de cubillos. Pasamos bajo
la autovía y unos metros más adelante encontramos justo al inicio de otra vuelta, otra construcción casi igual que la primera, es decir, es otra noria.
El camino
sigue y llegamos al viaducto número 3, bajo él se encuentra el Molino o Batán
de Inca, éste está en mejores condiciones
y damos una vuelta por él y tomamos algunas fotos, seguimos por el río, otra revuelta y encontramos una gigantesca noria de mampostería. Esta imponente
noria casi parece una atalaya que vigila el curso del río, lo primero que nos
llama la atención son sus grandes contrafuertes, además podemos apreciar los
mechinales o huecos de vaciado de aguas, tan perjudiciales para la obra. Hay
que resaltar que el interior de la estructura está compuesto de tierra
apelmazada, elemento constructivo barato y estable, buena prueba de ello es que
después de dos siglos la noria sigue en pie.
Seguimos
caminando, en la orilla de enfrente (derecha según nuestra marcha) vemos con claridad el canal del acueducto,
también vemos varias alcubillas que a la vuelta veremos con detenimiento, otra
revuelta y volvemos a pasar bajo la autovía, en medio del río encontramos un
azud de derivación. Estamos en el origen del Acueducto de San Telmo. Este punto
de partida, la Toma o Presa realizada con ladrillo, y el espaldón de aguas bajo
el azud, construido en mampostería con piedras de gran peso destinadas a
contener la fuerza de las avenidas del agua, se encuentra bajo el viaducto
número 4 de la Autovía A-45 PK 138,5.
Decidimos
continuar unos cientos de metros más, y seguimos por el río, pasamos bajo el
puente de la carretera, a partir de aquí nos quitamos las botas y nos
adentramos en las agua de río, nada más pasar de nuevo bajo la autovía vemos
una bonita charca donde decidimos parar, descansar y tomar un refrescante baño.
El
regreso lo realizamos por el mismo sitio; ha sido un paseo de unos 6
kilómetros en total, pero hemos descubierto construcciones con un gran valor,
como patrimonio preindustrial.
Nota: Si quieres más información
sobre nuestro Río Guadalmedina te dejo el siguiente enlace:
Bibliografía:
·
https://lagaresycortijos.wordpress.com
·
http://investigacionesprovincialesmalaguenas.blogspot.com
·
https://sites.google.com/site/montesdemalagaenbici/
·
http://www.malaga.es/es/turismo/
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