Arroyo Zarzalar |
Arroyo Membrillo |
Arroyo Zarzalar |
Hoy vamos acercarnos a Coto Ríos, en pleno
centro del Valle del Guadalquivir y por lo tanto de la sierra. Es una pedanía
del municipio de Santiago-Pontones, se creó a causa de las obras del Embalse
del Tranco de Beas, para los pobladores de la aldea de Bujaraiza que fue
desahuciada.
Nuestro primer destino es el Arroyo del
Membrillo o del Zarzalar se encuentra un kilómetro antes, aunque vamos a
realizar dos etapas:
En la primera etapa vamos a recorrer el
cauce alto del arroyo.
Dejaremos el coche aparcado junto al Hotel
Mirasierra. y comenzaremos a caminar por el carril que se adentra en el bosque,
dirección oeste, a los pocos metros giramos a la derecha, el primer kilómetro
se hace duro por la fuerte pendiente, aunque más tarde se suaviza, vamos en
dirección al Cortijo de Zarzalar.
Un poco antes de acabar el carril, a la
derecha, ya podemos ver el cortijo y el prado que hay justo detrás de él que es
nuestro destino. Llevamos unos 3 kilómetro, cuando comenzamos a bajar al prado
por la senda que hay justo cuando se acaba el carril y que en unos cuanto
zigzag nos lleva a pie del arroyo, al frente tenemos dos pasarelas muy rusticas
de madera para dirigirnos al cortijo pero nosotros tomamos una senda a la
izquierda justo antes de las pasarelas que nos conducirá por la parte izquierda
del arroyo, cuando nos topamos de frente con un cercado cruzamos a la parte
derecha del arroyo.
Continuamos andando nos encontramos que el
arroyo se divide y a nuestra derecha surge el Arroyo Zarzalar Alto, subimos
unos cientos de metros por él y vamos descubriendo pequeñas posas de aguas
cristalinas que se derraman de una a otra en cascaditas que nos invitan a
darnos un baño, aunque este lo tengo reservado para el punto final de la
excursión.
Retornamos al Arroyo del Membrillo que
dejamos en la bifurcación y continuamos por él, el final está cerca pero muy
escondido tenemos que meternos en el agua y con dificultad avanzar entre la
maleza, seguimos hasta que aparece ante nuestros ojos eso que íbamos buscando y
que yo sabía que estaba allí desde hace 30 años que subí, aunque en aquella
ocasión lo hice desde la Olla de Membrillo por una senda que sube.
La cascada tiene al menos unos 12 metros
de altura y darse una ducha bajo ella es de lo más bello del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario