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Lagar de Olmedo |
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Iwo Jima en Alfarnatejo |
Con Antonio "El retaco" |
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Bosque
de Las Morillas (Alfarnate)PR-A 268
Hoy cuando nos juntamos Juande nos dice que
la ruta de hoy la ha escogido Paqui, una ruta no muy larga y sin mucha dificultad. En principio el
atractivo de la ruta era las excelentes vistas panorámicas del polje de
Alfarnate y de la Sierra de San Jorge, Chamizo, Sierra de En Medio y los
llamados “Pirineos del Sur” Tajos de Gomer, Santa Ana y Alto del Fraile, además
del bosque mediterráneo conocido como
“Las Morillas”, en excelente estado de conservación y con una gran variedad de
árboles y arbustos. (Matagallos, aulagas, gayombas, espinos, tomillo, romero,
carrascas, espino majuelo, zarzas, tagarninas, endrinos, almendros y setas).
Pero al final de la ruta el atractivo ha sido otro, sobre todo para mí, la
experiencia de conocer a Antonio “El retaco” vecino de Alfarnate ha sido algo
especial, corría el año 1999 y habíamos subido a la Sierra de San Jorge al
final de la ruta decidimos tomar café en una venta que había en el cruce de la entrada norte del Alfarnate, en la pared
de la venta había colgado unos bastones con unas cabezas talladas de animales y
pregunte por quien era la persona que los hacía porque me fuera gustado comprar
uno, aquello quedo como una pequeña frustración hasta el día de hoy que por
casualidades de la vida aquella historia se ha cerrado.
Estábamos en el Lagar de Olmedo cuando
apareció Antonio, comenzamos a hablar y él nos explico entre otras cosas porque
se conoce a los vecinos de Alfarnate como “palancos” y a los de
Alfarnatejo como “tejones”, él nos comenta que según la leyenda había una gran
roca en la carretera a medio camino entre las dos poblaciones y habiendo que
quitarla del lugar donde se encontraba, los de Alfarnate apostaban por hacer
palanca para desplazarla mientras que los de Alfarnatejo decidían escarbar por
debajo de la gran roca.
También nos explica el porqué de su apodo
que lo de “retaco” no tenía nada que ver con la estatura sino que un antepasado
suyo encontró un retaco (escopeta corta reforzada en la recámara) seguimos
hablando cuando se me ocurrió contarle lo que me paso en el año 1999 y sin
dudarlo me comenta que él tiene dos de esos bastones y que me regalaba uno, que
cuando termináramos me pasara por el bar donde habíamos dejado el coche y me lo dejaría allí y como no, ha cumplido
su palabra. Desde aquí te doy nuevamente las gracias.
Bueno comenzamos con la ruta.
Nos dirigimos hasta Alfarnate y una
vez en el pueblo dejamos el coche en la
Plaza del Puente compramos unos tejeringos en la carnicería Angelina y tomamos
café en el Bar la Parada, cuando
terminamos de desayunar nos dirigimos hacia el polideportivo municipal “El
Ejido," continuamos por una pista de tierra, durante 1 Km . aproximadamente.
El carril discurre en terreno pedregoso,
calizo, la subida del primer repecho es lo más duro del recorrido, al llegar al
puerto nos encontramos un repetidor de T.V.
estamos en el “Morrón del Águila”. Desde este punto se divisa Alfarnate
y Alfarnatejo. Desde aquí iniciamos un descenso a la derecha a través de una
vereda que se encuentra entre una hilera de chaparros a la derecha y matorral a
la izquierda hasta llegar donde se sitúan las ruinas del cortijo del “Lagar de
Olmedo”. Desde ahí torcemos a la derecha y seguimos bajando por un carril que
parte desde el cortijo y recorre un frondoso bosque mediterráneo nos
encontramos con una cadena, en este punto el indicador (que estaba en el suelo
y nosotros hemos intentado poner de pie) nos informa que tenemos que dirigirnos
a la derecha y ascendiendo por una vereda en dirección al morrón de Mal
Infierno, al final de la subida
avistamos la cuenca del arroyo Alfarnate o del Palancar, ahora la senda baja y
vemos a la izquierda las ruinas de un molino de aceite, construido en bancales
y que según nos había contado Antonio los desechos que producía iban a parar a
un charco en el río llamado Charco del Aceite que en su juventud utilizaban
para bañarse.
Continuamos por la vereda paralela al río hasta llegar a la senda
que gira
a la derecha y nos conduce al Bosque de Las Morillas, donde se enlaza
con el sendero P.R. “Santo Cristo-Las Morillas”. El camino se torna pedregoso a
medida de que nos acercamos de nuevo al pueblo de Alfarnate, para concluir
nuestro recorrido a la altura de la zona conocida como Pozo Rincón.
Una vez en el pueblo nos dirigimos hacia la
Ermita de Ntra. Sra. de Monsalud y desde aquí volvemos al polideportivo donde
comeremos en sus mesas de piedra.
Cuando hemos terminado de comer volvemos a
la Plaza del Puente donde tenemos el coche y
se encuentra el bar del desayuno, preguntamos al camarero si Antonio “El
retaco” ha dejado algo para mí y nuestra sorpresa, la respuesta es negativa,
pedimos unos café mientras nos preguntamos qué ha pasado, de repente aparece
Antonio con la gancha o bastón en la mano nos trae uno que es muy curioso tiene
tallado un macho cabrío con unos atributos bien definidos y tras dar un golpe
en el suelo y gracias a un resorte muy ingenioso hace que le aparezca un gran
falo que permanecía oculto.
Este hombre hoy me ha tocado el corazón por
su gran generosidad, espero compartir con él más momentos de mi vida y espero
que me enriquezca con su sencillez y sabiduría. Nuevamente muchas gracias
Antonio.
Al final el recorrido son unos 8 km .