Cartel indicativo |
Cascada |
Charco del Infierno |
Charca de Las Palomas |
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Ruta
a Barranco Blanco.
Hoy
Juan de Dios nos ha propuesto otra ruta de los itinerarios fluviales que
podemos hacer en nuestra provincia, vamos a visitar uno de los Rincones
Singulares de la Provincia de Málaga, situado entre Alhaurín el Grande y
Coín, uno de sus muchos atractivos es la
presencia del agua, procedente del río Alaminos, también conocido como río de
las Pasadas, cuyo cauce discurre entre una exuberante vegetación hasta
desembocar en Fuengirola. El río discurre entre una vegetación
exuberante salvada del salvaje incendio de 2012, entre la que destacamos
algarrobos, pinos, grandes adelfas, palmitos, lentisco, romero, brezo, y
alfileres.
Pero
ya sabes, si quieres detalle de las plantas que nosotros hemos visto, pincha en
el siguiente enlace y visita el blog siguiente:
A lo
largo del recorrido, nos vamos encontrando pozas y cascadas, donde podemos
darnos un buen chapuzón, y los niños lo pasarán genial lanzándose al agua como
auténticos tarzanes.
Es un
sendero corto, la parte fluvial de aproximadamente un kilómetro y sin mucha
dificultad la mayor parte del tiempo. Lo único reseñable es que hay que tener
cuidado, pues hay que caminar por un cauce donde es frecuente que las piedras se
muevan o resbalen, aunque hay un tramo algo más rocoso en el que el sendero se
pierde y la manera más fácil de llegar al otro lado es cruzar la poza nadando.
No obstante, si no queremos mojarnos, tendremos que, buscando los apoyos
adecuados, encontrar la forma más fácil de cruzar al otro lado, por el sendero
seco, sin tener que mojarnos, hasta llegar al Charco del Infierno.
Su
interés como cauce y como albergue para las nutrias, un animal muy exigente que
sólo vive en aguas cristalinas, y una especie de barbo en peligro de extinción,
han hecho posible que la Unión Europea lo incluya como Lugar de Interés
Comunitario (LIC), no es difícil toparnos con algunas especies de peces,
anfibios o reptiles, pues abundan los sapos, las libélulas o los caracoles, estas
últimas son las más fáciles de ver. Las
nutrias, sin embargo, no son tan fáciles de encontrar, aunque éste es un
hábitat idóneo para ellas.
La mejor
época para hacer esta excursión es en verano,
ya que aunque el agua del río es limpia y trasparente, está algo fresca,
también debemos llevar calzado cómodo que sujete el pie y que no resbale, como
unas zapatillas viejas o unos escarpines con la suela gruesa. Es importante
llevar una mochila acuática o un bote estanco para salvaguardar la cámara de
fotos y las cosas que no queramos que se nos mojen, como el móvil o la cámara
de fotos.
Para iniciar
la ruta nos dirigimos hacia Coín,
situado en el corazón del Valle del Azahar, por la A-357 autovía del
Guadalhorce hasta la salida 48 donde
tomaremos la A-355 dirección Marbella y la dejaremos en la tercera salida
dirección Mijas – Fuengirola (Puerto de
los Pescadores) por la carretera MA-3303
y entre los puntos kilométricos 4 y 5, más cerca del primero, se deriva la
pista forestal donde aparcaremos el vehículo, si es periodo estival (1 de junio
al 15 de octubre), para el resto del año podemos entrar por el carril un poco
más.
Aparcamiento
de verano: 345296 / 4053991
Aparcamiento
de invierno: 344427 / 4052823
Como
nosotros hemos ido en verano dejamos el coche aquí y una vez aparcado observamos
que por aquí pasan varias rutas incluida una etapa de la Gran Senda de Málaga. Comenzamos
a caminar por el carril y avanzamos por la pista forestal por medio de un pinar.
Después de recorrer un tramo llano que permite avistar las calizas de la sierra
de Mijas y las lomas bermejas de Sierra Alpujata, iniciamos un largo descenso
hacia el valle del río. Cuando llevamos apenas 1,3 km encontramos la intersección
2 y seguimos por la derecha, 500 metros más y llegamos a la número 3 y volvemos
a optar por el ramal de la derecha, el
cual rodea el cerro Alaminos y bordeamos una gran finca, desde aquí podemos
observar en el fondo del valle las antiguas piscinas de la piscifactoría.
Continuamos y tras otro breve descenso y llegamos al puente sobre el río donde
encontramos unos carteles informativos, este es el lugar donde en invierno
podemos dejar el coche, aunque hoy algunos han hecho caso omiso a esa
prohibición.
Leemos la
información que nos ofrece los carteles y seguimos por la derecha hasta llegar
al segundo puente, que es realmente el que nos interesa, una vez aquí la
cascada la tenemos a la izquierda del mismo, pero nosotros esa parte la
dejaremos para la vuelta, ahora nos dirigimos hacia la parte derecha del puente
y nos adentramos en el río, tras pasar por debajo de un gran algarrobo nos
encontramos una toma de agua y una primera charca donde tomar un baño, pero
seguimos, podemos seguir bien por el mismo cauce o por una vereda que va por la
margen izquierda conforme vamos subiendo.
A unos
300 metros del último puente encontramos el Charco de la Paloma, muy
característico por estar encajado entre un tajo vertical con una gran sobaquera
por donde corre el agua y otro, en la margen izquierda, fuertemente inclinado. Nosotros
que ya somos poco habilidosos nos hemos tenido que mojar para progresar, pero a
la vuelta como somos un poco niños aún, hemos decidido jugar con una maroma instalada para hacer de Tarzán.
Seguimos avanzando
con mucho cuidado debido a lo resbaladizo del terreno y a escasa distancia
acaba la ruta propuesta en el charco del Infierno, otro lugar idílico, donde
hoy podemos disfrutar de sus aguas cristalinas.
Sin
ganas de dejar este bonito lugar, no tenemos más remedio que volvernos sobre
nuestros pasos, pasamos otra vez nadando por la Charca de las Palomas, hacemos
nuestras chiquilladas y regresamos hasta el puente. En este punto tiene su
inicio la bajada a la gran catarata, pero el camino es muy peligroso, tras la
última riada, pero con muchísimo cuidado y tranquilidad bajamos desde el puente por un pendiente
sendero que nos deja junto a una preciosa cascada de 11 m que deja caer el
preciado líquido por un travertino profusamente cubierto de culantrillos y un
poco más abajo otra charca donde darnos el último baño del día.
Después
de disfrutar de este idílico Rincón Singular retornamos al coche por el mismo
carril que en la ida.
En
total ida y vuelta a mí me salen poco más de 6 kilómetros.
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