15 febrero 2020

Ruta de Los Molinos (Setenil de Las Bodegas)

Inicio de ruta

Molino de Los Arcos

Arroyo de Los Molinos

Fin de ruta






Powered by Wikiloc







Ruta de Los Molinos (Setenil de las Bodegas).

        Últimamente estamos realizando rutas de muy corto recorrido y muy poca dificultad debido a que no estamos en plenitud de forma y que son varios los frentes donde tenemos “averias”. Pero como es más grande las ganas que las fuerzas, aquí seguimos en la lucha.
Hoy Juan de Dios nos trae esta propuesta que es la mínima expresión de lo que es una ruta de senderismo, y que casi ni se merece la expresión “ruta”, habría que dejarlo en paseo, pero como lo vamos a hacer de ida y vuelta, está cargado de historia y su paisaje es bastante bello, son razones suficientes como para que ostente ese título.
Esta ruta discurre por la vía pecuaria Vereda de Alcalá del Valle, junto a la ribera del arroyo de los Molinos, afluente del río Guadalporcún. Conecta el núcleo urbano de Setenil de las Bodegas con la carretera que desemboca en Alcalá del Valle, la A-7276.
La vía pecuaria forma parte del antiguo camino de Osuna, este era una de las vías comerciales más importantes de los siglos XVIII y XIX por su entronque con el camino real que unía Sevilla con el centro del reino de España. Este trazado junto al Camino Real de Sevilla a Ronda y la cañada de Málaga propiciaron que Setenil de las Bodegas estuviese muy comunicado con las principales ciudades andaluzas y que fuese una población económicamente floreciente durante esa época.
Desde el siglo XVI hasta los años veinte de nuestra centuria las vías de comunicación terrestre eran caminos sin asfaltar como este. Será durante el siglo XVIII cuando las comunicaciones terrestres cobren mayor importancia en el transporte de viajeros y cuando numerosos ilustres viajeros extranjeros y españoles recorran la región andaluza describiéndonos en sus libros de viaje cómo eran los lugares por los que pasaban e incluso sus costumbres, sus gentes, su economía, etc.
Famosos son los viajes de los franceses Jardine, el barón de Bourgoing, Madame de Aulnoy, o de los ingleses Towsend, Beawes, Cumberland y el Mayor Dalrymple, quien viajó por este camino que conduce desde Ronda hasta Osuna y nos describió la riqueza de la ganadería y el frondoso monte de encinas y alcornoques que poblaban el término de Setenil de las Bodegas.
Setenil de las Bodegas es un municipio de la provincia de Cádiz, forma parte de la ruta de los pueblos blancos. El principal atractivo de este municipio lo constituye el mismo pueblo, declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1985, debido a la belleza y originalidad de su entramado urbano. A través de una elevada pendiente, el caserío baja desde el castillo adaptándose al curso del río, lo que le confiere una singular disposición con diferentes niveles de altura. En la parte baja los vecinos han aprovechado el tajo creado en la roca por el río para construir sus casas. Se trata de un excepcional ejemplo de un tipo de vivienda denominado "abrigo bajo rocas" que, a diferencia de otras construcciones semitroglodíticas desarrolladas en Andalucía, no excava la roca, sino que se limita a cerrar la pared rocosa y desarrolla la vivienda de forma longitudinal.
La riqueza paisajística de esta ruta se encuentra en su variada flora y fauna, habiendo existido en sus aguas barbos y nutrias, siendo uno de los puntos de mayor atractivo el salto de la Molinilla.       
Si quieres saber las plantas que nosotros vimos, visita el siguiente enlace:

LAS PLANTAS DE MIS EXCURSIONES

 Para comenzar la ruta nos dirigimos a Setenil de Las Bodegas, desde Málaga, salimos por la A-357 autovía del Guadalhorce en dirección hacia Ronda, dejamos ésta en el cruce con la A-367 hasta llegar a Cuevas del Becerro, a la entrada tomamos por la derecha, en el cruce con A-7276. Llegamos al pueblo y seguimos los letreros de Olvera o los del Conjunto Histórico Artístico hasta el cruce con la CA-9120 dirección Torre Alhámique – Olvera y seguimos por la derecha a los 1200 metros en la rotonda tomamos a la derecha hacia Setenil, otro kilometro más o menos y tomamos a la derecha hacia el punto de partida que se encuentra a unos 350 metros.
Aquí la verdad que no hay sitio para dejar el coche, nosotros aprovechamos un pequeño espacio para dejarlo, junto al letrero de inicio.
Antes de comenzar volvemos sobre nuestros pasos y nos acercamos a una edificación con una gran chimenea, se trata de una antigua almazara de aceite en la confluencia del arroyo con el río Guadalporcún que posteriormente fue un alambique de extracción de orujo.
Volvemos al inicio de la ruta y tras leer el letrero de información comenzamos a caminar, a los pocos metros llegamos al puente sobre el Arroyo de Los Molinos o de Alcalá, justo debajo tenemos una bonita cascada de agua y otra a la derecha al fondo, unos de los dos es el llamado salto de la Molinilla, según el letrero de información es el de la derecha y según otras informaciones es el que está bajo el puente.
Una vez que lo hemos cruzado, nos fijamos con detalle en la casa que tenemos en frente, medio exterior, medio en cueva, como otras del centro de pueblo que tras el paseo vamos a ver.
Ahora seguimos por la antigua vía pecuaria y ahora carril, a los pocos metros en la intersección 1 seguimos por la derecha y paralelo al río, otros metros más y llegamos a la número 2, igualmente seguimos de frente, y en la tercera, ahora por la izquierda, la derecha nos conduce al cauce del río, que si se nos apetece podemos acercarnos a verlo.
Avanzamos un poco y aparece el molino de los Arcos, del que se conserva (al menos a simple vista) la gran arcada que soportaba el cao por donde llegaba el agua. Según nos comentan fue adquirido por unos forasteros con la intención de ser transformado en alojamiento rural, aunque no llegó a su fin el proyecto, sí tiene una buena restauración.
Poco antes de llegar al cruce con la carretera de Alcalá del Valle podemos ver en la otra margen del río el segundo de los molinos, llegamos al cruce y tomamos por la derecha hacia el puente.
Para dar por finalizada la ruta hacemos como en el famoso juego de la oca, de puente a puente y “sigo” porque me lleva la corriente, es decir vuelvo por el mismo camino eso si ahora a favor de la corriente.
Al final han sido unos 6 muy, muy cómodos kilómetros.
Pero para finalizar el día nada mejor que tomar el coche y dirigirnos al centro del pueblo y hacer una ruta por sus entramadas calles, pero eso será otra historia.













No hay comentarios:

Publicar un comentario