Sarcófago en Singilia Barba |
Junto a elementos arquitectónicos |
Resto de uno de los templos |
Restos de otro de los templos |
Ruta por las ruinas de la
ciudad romana de Singilia Barba. (Antequera - Málaga)
Hoy vamos a visitar unos restos que aunque
escasos nos da una buena impresión de lo que en su día fue la Ciudad Romana de
Singilia Barba.
El origen de esta ciudad hispanorromana
se remonta a la era neolítica, cuando grupos no establecidos sobre ninguna
comarca, buscaron asentarse definitivamente. El actual Cerro del Castillón, en
la Depresión Antequerana, poseía un aspecto piramidal, un clima y unas
expectativas productivas muy prósperas para un futuro poblamiento. Con la
llegada de los romanos, la población indígena quedó asimilada. En este momento
se adaptaron y reforzaron las antiguas murallas del recinto fortificado y, a
partir de época Flavia, se produce una ocupación intensiva de todo el
territorio. En época del
emperador Vespasiano, se le otorgará a la ciudad la condición de civitas libera
dotándola, así, de autonomía legislativa y financiera, con categoría de
Municipium, adscrita al conventus astigitanus se convierte en una de las más
ricas y prósperas del lugar, al igual que lo fuera su vecina Antikaria.
Hoy la gran Singilia Barba se encuentra
enterrada bajo las laderas del Cerro del Castillón, olvidada casi por
completamento. Lo que un día fue una rica y próspera ciudad, su nombre acabaría
borrándose de la memoria colectiva, tal y como ha sucedido con otras tantas
ciudades del territorio hispano.
Sobre esta ciudad de la Baetica,
conocemos más por su gran cantidad de epigrafía hallada, que por las
excavaciones y estudios que pudieran haberse realizado.
Los restos de la Singilia Barba que hoy
observamos son fruto de excavaciones realizadas en los años 80 del siglo XX.
Para iniciar la ruta salimos de Málaga
por la A-45 dirección Antequera hasta el cruce con la A-92 donde seguiremos
dirección Sevilla, dejaremos está en la salida 146 donde tomamos por la A-384,
a los 5 kilómetros tomamos a la izquierda por la MA-5405, a los 2,5 kilómetros
nuevamente a la izquierda por la MA-4403 y a los 3,4 kilómetros nuevamente a la
izquierda hasta llega al cruce con el Cortijo Valdesequillo que se encuentra a
1.6 kilómetros. Justo en este cruce dejaremos el coche bien aparcado y pegadito
para no impedir el paso.
Comenzamos a caminar, cruzamos la
carretera y nos adentramos por el carril de enfrente, andamos en medio de un
olivar, cruzamos un arroyo, hoy sin agua, en este mismo, pero más al inicio de
su nacimiento es donde se encuentra una mina de agua que abastecería a la
ciudad.
Seguimos hasta llegar al Cortijo del
Castillón, que da nombre a la zona, donde vemos cómo el primer cuerpo de este
está construido con unos magníficos sillares procedentes del circo romano. Nos
acercamos a la entrada y tras unas fotos nos dirigimos al norte donde podemos
ver otros tantos sillares, ahora nos volvemos y giramos hacia la izquierda y en
medio de una plantación de almendros vemos dos
formaciones que son los restos del propio circo.
Seguimos hacia el sur y nos dirigimos
hacia una construcción que parece un aljibe o un corral pero de construcción
moderna, continuamos por el carril dejamos a la izquierda el que nos subirá a
las excavaciones principales que dejaremos para el final, ahora vamos a ver
dos grandes necrópolis, cuyo
extensión corría paralela a sendos caminos de salida de la ciudad, hoy no
visibles para el público al estar ocultas bajo tierra solo veremos un gran
sarcófago y cerca de él nos encontramos con un pequeño columbario con nichos o
loculi para albergar las urnas cinerarias y un poco más adelante una villa,
donde en algunas de sus habitaciones aún quedan muestras de pinturas.
Retornamos el camino hasta que encontramos un desvío a la derecha,
tomamos por él y llegamos a una pequeña cantera, de donde se pudieron extraer
gran cantidad de la piedra utilizada aquí.
Nuevamente volvemos al camino principal y
llegamos a otro cruce que tomaremos a la derecha para encontrarnos con el foro,
enlosado con lajas de piedra cubiertas de piedrecillas para su protección, en
el que se ubican dos templos. Uno de ellos es de planta rectangular con ábside
en la cabecera, de grandes sillares, elevado sobre un podio y con escalones de
acceso. A su izquierda se levanta otra estructura parecida, por lo que teniendo
en cuenta que no se ha excavado mucho más allá, podríamos pensar en tres
templos que conformarían la tríada capitolina: Júpiter, Juno y Minerva. Estos
restos se hallaban a una profundidad de tres metros, lo que da idea de las
magníficas posibilidades arqueológicas del lugar. Enfrente se encuentran dos
escalinatas en paralelo, posible acceso a sendos edificios públicos, como
demuestran los hallazgos de materiales junto a ellas: columna y pedestales para
sostener esculturas. Junto a estas escalinatas se encuentra una tercera que
conduce hacia un nivel inferior y que daba acceso a la Basílica.
En esta zona también se encontraron una
gran cantidad de elementos arquitectónicos de carácter monumental que está
dispersos entre la vegetación.
Damos varias vueltas por el lugar,
tomamos otras tantas fotos y retornamos al Cortijo del Castillon y desde aquí
al coche.
La rutita ha sido corta pero muy
interesante históricamente hablando.
Mas información en el siguiente video: DE SINGILIA A ANTICARIA. LUJO EN LA BETICA
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